Alvaro Scott, mejor conocido por el Dr. Fuud,  un nutricionista español residente en Londres que nos explica a continuación los motivos por los que Londres nos podría engordar si ignoramos los siguientes factores relacionados a nuestro bienestar personal. 

¿Cómo definimos el término “Engordar”? No es más que un aumento de peso relacionado con malos hábitos que conlleva a ciertos problemas de salud en el tiempo como hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, y ¡muchas más…! Ok. Entonces, ¿de qué depende que engorde si vivo en Londres?
Concretamente citaré los 10 puntos más importantes de los cuales toda persona sufre al mudarse a otro país, en este caso Londres:

1. Estrés

Si visitas el centro de Londres en hora punta verás que no es una ciudad “tranquila” que digamos. Todos van con prisas y sin tiempo. ¿Eso que influencia tiene con el peso? Pues bien la relación que existe entre obesidad-estrés es mayor de lo que pensamos, en este tipo de situaciones nuestro cuerpo aumenta la producción de la hormona ACTH y Cortisol lo cual implica una liberación de glucosa y ácidos grasos por parte del hígado en nuestra sangre. Además, el estrés esta íntimamente relacionado con la ansiedad, es decir, comer con avaricia y sin hambre solo por placer puro. Al final el gasto calórico del día se ve superado por la ingesta de comida y como resultado…subimos de peso.

2. Cambio de hábitos

Este punto lo hemos vivido más de uno, y hace referencia a la rutina. El cambio de rutina afecta directamente a la obesidad ya que nuestro patrón de comidas se ve modificado. Puede ser que antes comiéramos en casa tranquilamente y que ahora por motivos “X” la comida se tenga que hacer en el metro de camino al trabajo.

3. Horarios

Todos sabemos aquello de “hay que comer 5-6 veces al día” y es cierto, por un motivo muy sencillo (entre otros) y es la saciedad. Si cada 2-3 horas hacemos una comida, nuestro cuerpo y mente no dará señales de alarma de que tiene hambre = ansiedad = violar la nevera. Es muy importante retomar cuanto antes los horarios que se tenían antes y si no se hacían bien aprovechar la situación para comenzar a establecerlos y que ayuden a que a la larga no conlleve a una obesidad.

4. Alimentos

Aquí es donde se abre el debate. Hay gente que tiene sus propios recursos o conocimientos y sabe moverse y encontrar aquellos productos más saludables a pesar de vivir en otro país. Y por otro lado hay gente que no le da importancia y compra alimentos con el puro objetivo de llenar la nevera y alimentarse, sin importar nada más (a si, el precio claro). Entonces si eres de esas personas del primer grupo, este punto no te interesa. Para la gente del otro grupo, solo decir que SI se pueden encontrar alimentos sanos y baratos en Londres. Si que es cierto, y esto no me lo negará nadie, que aquí en Londres la oferta de “fast-food“, precocinados y bollería industrial así como la adición de azúcar/sal a los alimentos es mayor que en España, y es por eso que resulta fácil engordar de manera “involuntaria” si no se tienen en cuenta estos detalles.

5. Sueño

La falta de sueño o la privación de éste tiene consecuencias a nivel metabólico ya que disminuye la capacidad del organismo de procesar la glucosa y además se descontrola la sensación de apetito. Por otro lado, si ya se padece obesidad, será común encontrar situaciones de apnea del sueño ya que afecta al 24% de los hombres y al 9% de las mujeres y en diversos estudios se ha observado que la mala calidad de este sueño hace que durante el día tengamos más apetito y a la vez sintamos fatiga o cansancio. Hay que dormir entre 7-8 horas al día y que estas horas sean de calidad.

6. Actividad Física

Ok que levante la mano el primero/primera que prometió apuntarse a un gimnasio y se quedó en el intento. Ok, mejor aún, que levante la mano quién se apunto y ¿sólo fue la primera semana….? Perfecto. ¡Nada más que añadir!

7. Planificación

Para mí, el punto más importante. Si no se organizan las comidas, es probable que una persona recurra a comida prepara o peor aún, se salte comidas. Planificar comidas puede resultar muy “rollo” pero con respecto a la salud, puede resultar muy “guay”. Si se come cada día en el trabajo, uno puede ir con un tupper con la comida que se ha preparado en casa, hay mil recetas saludables de comidas en tupper. Por otro lado, acudir a un Dietista ayudará a que te organices correctamente y además sabrás que cantidad y tipos de alimentos te tocan en cada hora según tus objetivos.

8. Dinero

Este punto es muy amplio, ya que puede que es seas Kitchen porter o manager de una multinacional europea. Solo decir que en ambos casos, especialmente el que menos ingresos tiene, si que se puede hacer una compra mensual, barata y saludable.

9. Entorno

Si tu entorno se mueve rápido, con prisas, tu te unirás a él. Quiero decir que por mucha prisa que se tenga o mucho trabajo que haya que hacer, siempre hay hueco para parar, relajarse y comer con calma. Es muy importante ser consciente del momento en que se come ya que nuestro cerebro en ese momento estará siendo informado de que nos estamos alimentando y consecuentemente al acabar de comer tendremos esa sensación de saciedad. Si por otro lado, comemos en 2 minutos mientras acabamos un informe o estamos de pie llegando al trabajo, nuestro cerebro estará preocupado pensando en faenas pendientes, cosas por hacer, bla bla bla…y la sensación de saciedad será diferente o nula. Con lo cual, tendremos más hambre a lo largo del día y como es normal, picaremos entre horas para saciar el hambre.

10. Compañías

Y por último, las compañías que tenemos o que hacemos todos al llegar a Londres. Unos vivirán con noruegos, otros con turcos otros con españoles o incluso en pareja… Aquí el debate es más amplio. Pero si te toca vivir con ese tipo de personas que comen mal (y te dejan probar) preparan comida muy grasienta (y te lo vuelve a dar a probar) y así… has de aprender a saber decir ¡NO! Intentar ser independiente en la cocina, con tus alimentos y tus utensilios, limpio y organizado. Es la mejor manera de tener un control sobre tu alimentación.

Escrito por Dr. Fuud