Si estás buscando trabajo en el sector de la construcción, es muy posible que necesites una CSCS, ya que casi todas las empresas la solicitan como requisito.

¿Qué es la CSCS exactamente y para qué sirve?

La CSCS (Construction Skills Certification Scheme) significa Programa de Certificación de Competencias de la Construcción.

Es una tarjeta emitida por la CSCS, la organización que lleva la misma sigla. Esta se encarga de avalar las cualificaciones profesionales, experiencia y formación recibida en relación al gremio de la construcción y sus distintas ramas. La tarjeta CSCS te ayuda a probar tus conocimientos y le garantiza al empleador que eres competente pare el puesto que deseas ocupar.

Tipos de tarjetas – CSCS

Existen distintos tipos de tarjetas que la CSCS emite. La solicitud depende del tipo de trabajo que vayas a realizar, tus cualificaciones y experiencia laboral. Para darte un ejemplo, listamos las siguientes:

  • Labourer (Obrero)

  • Apprentice (Aprendiz)

  • Experienced Technical, Supervisor or Manager (Experiencia técnica, supervisor, administrador)

  • Skilled worker (Trabajador capacitado)

Para saber cuál es la tarjeta que te corresponde, puedes usar el siguiente buscador: Card Finder

¿Cómo solicitar una tarjeta CSCS?

Puedes solicitarla en la página de CSCS siguiendo los siguientes pasos:

1. Registrarte con tus datos personales

Para hacerlo en siguiente enlace: CSCS card.

2. Demuestra tus cualificaciones

Para demostrar tus cualificaciones deberás escanear una copia de tus certificaciones y subirlas.

3. Haber pasado el test de Health, Safety and Environment (Salud, Higiene y Medioambiente)

Si no has hecho el test, puedes registrarte y reservarlo en el siguiente enlace: CITB test.
Al reservarlo, podrás elegir el centro autorizado más cercano a tu domicilio.
El costo es de £21.

4. Pagar por la tarjeta

El coste por tarjeta es de £36 y puedes pagar con tarjeta en la misma website autorizada.

¿Puedes trabajar sin una tarjeta CSCS?

Según CSCS, portar un tarjeta de esta organización no es un requisito legal ya que depende totalmente del director de la obra, encargado o del propio cliente. Sin embargo, la mayoría de contratos y empresas constructoras la piden como requisito principal.